martes, 10 de abril de 2007

Hotel Oud Huis de Peellaert, Brujas – Bélgica

Quiero hablaros de un pequeño hotel que descubrí este verano durante una escapada a Bélgica y el Norte de Francia. Se trata del hotel con, probablemente, el nombre más difícil del mundo. Tan difícil era que incluso las recepcionistas tenían que decirlo varias veces para identificarse por teléfono.

Su Web… no doy con ella, pero una búsqueda en Google llevará a muchas páginas en las que verlo y reservarlo, aunque siempre recomiendo llamar al hotel personalmente y comprobar tarifas propias.


















El hotel es pequeño, 50 habitaciones nada más, y muy bien situado dentro del casco histórico de Brujas, en una pequeña calle adoquinada cercana a las principales atracciones. Las habitaciones ejecutivas, el tipo de habitación que yo había reservado este verano, no son nada del otro mundo en temas de decoración, pero su equipamiento funciona. Me recordaron a las clásicas Ejecutivas de Holiday Inn, que no destacan en nada pero que pasan desapercibidas por la ausencia de problemas. Una cama amplia y confortable, un espacio donde sentarse, un cuarto de baño amplio con ducha separada, un aire acondicionado funcional, y un Minibar increíblemente barato (2 euros por un refresco, por ejemplo). Ciertamente Brujas tiene mucho que ver como para quedarse en una habitación de hotel extasiado por su minimalismo y blanquitud, cosas que no se encuentran en este hotel.


















Si bien no tiene restaurante, sí dispone de un bar estupendo en el que tomar algo tranquilamente, y una gran sala de desayunos muy luminosa. Desayunos que son más que correctos para el precio pagado, con un buffet suficientemente amplio y un servicio de nuevo discreto y eficaz. Los productos servidos son de buena calidad.


















Uno de los mayores secretos del hotel es sin duda el Hammam y la Sauna. Situados en las viejas bodegas del edificio, perfectamente renovadas y equipadas, se acompañan de un pequeño gimnasio. La iluminación es excelente, la sauna aún mejor, el hammam es perfecto, y dispone también de una ducha de chorro potente para “intercambiar calores”, todo en un ambiente muy relajante. Realmente es todo lo que necesitas, sin pijadas superfluas de jacuzzi comunitario, masaje craneal y demás sacacuartos.


















En el caso de ir en coche, conviene reservar el parking con antelación, dado que es muy pequeño. De cualquier forma, hay un parking público subterráneo muy amplio a pocos metros del hotel.

Como consejo importante: reservad habitaciones hacia la parte trasera del hotel, o hacia el patio. Lo cierto es que del otro lado de la calle hay un hostal-bar de mochileros que, si bien a mí no me pasó, puede resultar ruidoso. Así mismo, intentad que la habitación esté dentro del edificio principal, ya que las otras tengo entendidas que son algo más pequeñas.

En definitiva, un sitio al que ir a pasar una o dos noches, a utilizar como base para visitar Brujas, y en el que tomarse una sauna bien por la tarde o bien por la mañana antes de emprender viaje. Evidentemente hay hoteles más bonitos, más románticos, mejor situados, más pequeños, más atractivos... Sí, y también o más caros o con menos disponibilidad. Dejo el Oud Huis de Peellaert como una alternativa segura.

Precios: sobre los 150 euros por noche.

Oud Huis de Peellaert, Hoogstraat 20, Brujas 8000, Bélgica

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la información las fotos que pones tienen muy buena pinta y el precio no está nada mal. Si alguna vez voy por allí espero acordarme del nombre aunque lo veo dificil.

Saludos

 
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