domingo, 28 de septiembre de 2008

Clásicos

Estoy pensando en tunear un mueble de IKEA que tengo a base de espejos rotos en forma de mosaico, pero no termino de decidirme. Y no lo hago porque no deja de ser un mueble blanco con mucha fuerza, y la técnica temo que me lo estropee. Bueno, y porque me da pereza. Además, tras haber visto unas mesas de la serie Lack cubiertas de espejo, cual mueble vintage acojonante, he pensado en hacer lo mismo con mi mesa de centro (diseñada por mí), pero me lo desaconsejan por incompatibilidad “reflectil” con mi televisor. Así que al final acabaré pintando de plateado un armario de mi señora madre, todo sea por curar mis ansias de tuneo de mobiliario. También me he hecho un suelo de madera para mi bañera, a base de madera de ipé, pero no cabe y tengo que recortarle los bordes… es magnífico.


Recién robada de la obra, claro.

Pues resultó que ayer, de la que volvía de plantear todas estas cosas, me encontré con un rally de clásicos, todos en concentración aparcados en una calle, esperando al reagrupamiento de participantes. Por lo general, los dueños de coches clásicos tienden a ser increíblemente retrasados y arrogantes. Es un fenómeno que sigo sin comprender, pues no importa el tipo de chatarra que conduzcan, lo de ellos siempre es lo mejor. Aunque de personas que hablan de números de chasis en vez de modelos de coches, poco se puede esperar.

El caso es que, tras ver los coches participantes, incauto de mí me acerqué a unos que tenían aspecto de organizadores o algo a preguntar si entre los coches habría algún Fiat X 1/9, por rememorar viejos tiempos. Con un cierto desdén se me respondió que no, que eran todos anteriores a 1968. Ya, claro, por eso allí había un Porsche 911 3.2 SC de principios de los 80, un Porsche 914 (fabricado a partir de 1969), un MGB de defensas plásticas (1977)… Uno de los participantes preguntó “¿Fiat qué?” Con ánimo de pique apostillé: “un Ferrari 154 GTS… es decir, la mitad de un 308”. Ese comentario, hecho a mí por un inglés millonario coleccionista de Ferrari, como era de esperar no surtió ningún tipo de simpatía entre los individuos aquellos, añadiendo uno con cierta soberbia “bueno, es una forma de consolarse…”


Igual es que los pre-68 eran los dueños…

Lo siento, de vez en cuando me gusta reírme de la gente. Decir que el Fiat X 1/9, diseñado por el mismísimo Marcello Gandini, se fabricó entre 1973 y 1989, y era un coche tan asequible como los Triumph Spitfire o los MGB que participaban en el rally, así que no habría estado en absoluto fuera de lugar, salvo que por tener un Aston Martin DB5 uno se convierta en imbécil, claro, y sienta alergia a coches más baratos.

Y es que es eso, los dueños de clásicos son así. Tomen como ejemplo lo sucedido hace días en el foro de un club del que soy miembro. Alguien hizo el chiste con un anuncio de hace años (muchos) en el que Emerson Fittipaldi glosaba al Seat 127. Se ve que algún miembro de un foro dedicado a esa inmundicia automovilística andaba leyendo el nuestro (desconociéndose los motivos para tal visita), y no tardó en publicar el asunto en su foro. Allí se nos puso a caldo, que si niños pijos, que si esos coches tal, que si los suyos mejores… ¿En qué cabeza cabe preferir un Seat 127 a un Lotus Elise? En ninguna, claro. O en la de un descerebrado. Puedes tener ambos, puede caerte simpático un modelo antiguo, pero la realidad es que los coches antiguos son sencillamente peores que los coches modernos.


Ufff….

Anécdota: el otro día volvía yo del trabajo, atardeciendo, por esa carreterucha estrecha que cojo a diario, descapotado, pasándomelo bomba. Delante de mí circulaba un detestable pero novísimo Peugeot 207, cuyas luces inferiores delanteras se iluminaban para el lado interior de las curvas, según las iba tomando. Maravilloso. Dentro del asco que pueda dar conducir un coche normal actual, la verdad es que hay ciertas cosas que resultan agradables. Esas cosas que sirven para conducir mejor, como unos limpiaparabrias de los que limpian el parabrisas, o frenos que hacen eso tan útil de frenar. O esos faros. Quiero unos faros de esos. Y eso que mi coche sólo tiene 6 años!

Y todo esto viene porque, como suele pasarme en Septiembre, me dio hace días por comprarme un Maserati Biturbo. Más concretamente un 4-24, negro, cuatro puertas, cuadrado, maravilloso. Maserati Biturbo, para quienes no sepan italiano, significa Grandísima Mierda, pero es un auto que me apasiona. Y es que a mí me apasionan los coches malos. La realidad es que yo no quiero comprarme un Biturbo, sino que lo que quiero es un coche como el Biturbo pero en el que todo aquello que le hace “ir por los sitios” funcione y sea actual. Y eso no existe. Un Biturbo con un motor V6 moderno y fiable, una caja de cambios agradable, unos frenos de los de frenar, un arranque de los de arrancar, etc… Eso no existe. Afortunadamente tengo la experiencia suficiente como para saber que la compra de un coche de esos es un tipo más de suicidio, así que en cuanto llegue Octubre me olvidaré del tema, y sólo recordaré a un conocido que tuvo uno… y nunca lo llegó a usar.


Feo feísimo, pero es el que me gusta (hoy, mañana será otro).

Por las críticas vertidas en este blog, se habrán dado cuenta de que pocos coches actuales me gustan. Y es que yo no necesito un utilitario del tamaño de un Renault Espace, de la misma forma que no necesito salpicaderos plasticosos enormes o huecos bajo todos los asientos en los que meter peluches y linternas. A mí los que me gustan son los coches de lujo de hace 20 ó 30 años, cuyas proporciones eran las justas y necesarias para personas de tamaño normal, de las que usan trajes de la talla 48 y calzan un 43, con esposas ligeramente más pequeñas y, si se diese el caso, niños de peso de niño, no modelo rinoceronte-destroyer. Pero esos coches son, por lo general malos. Como todos los clásicos. Y los que me gustan a mí ya tenían fama de malos en su época.


Aston Martin Lagonda, tan magnífico como malo.

Digamos que los coches, para un hombre adulto heterosexual de unos 30 años al que le gusta conducir, pueden ser equiparables a las mujeres. Así, hay tantos tipos de señoras y señoritas actuales como modelos de coches, desde la yeni de barrio cual Astra GTC a la chica pseudo top-model al estilo del BMW Z4, sin olvidarnos de chicas normales interesantes y preparadas como pueda ser un Volvo C30. También hay coches monos y cucos, como un Nissan Micra CC, como mona y cuca puede ser una niña de 13 ó 14 años arreglada para salir con las amigas. La diferencia es que no está del todo mal visto que un hombre adulto conduzca esos cochecitos de peluche (yo no podría).

Los coches clásicos son señoras mayores, y los coches viejos son señoras viejas. Los/las hay interesantes, y de la misma forma que sería agradable pasar un rato con Sofía Loren, con Jane Fonda (la eterna pre-jubilada, que ya era vieja cuando hacía videos de aerobic), por ejemplo, a modo de Iso Grifo, de De Tomaso Mangusta o de Mercedes 600, todos acabaríamos “usando” más a menudo las versiones actuales. El típico cambio señora de 50 años por dos de 25, que por mucho que a mis lectoras les pueda sonar a comentario machista, hablando de coches es la realidad más absoluta.


Iso Grifo, aplíquese el pie de foto anterior.

Pero luego los hay que sencillamente son coches viejos e inmundos. Como el Seat 127, o más concretamente como el Seat 600. Y es que, por mucho que haya motorizado al país y sea un coche simpático, la mera idea de tener uno y de conducirlo me produce la misma repulsa que la de acostarme con Carmen Sevilla, con Marujita Díaz o con Sara Montiel, por mucho mito erótico nacional que hayan sido esas señoras.

Y quiero ese Biturbo, qué coño.






4 comentarios:

Anónimo dijo...

A quien no le gusta el 424? o en su defecto(o con sus defectos)un Maserati Ghibli?
Que te gusten esos coches no depende de la edad ni de ninguna otra condición(algo de locura tal vez).
La única forma de comprarse un biturbo para un uso habitual es hacer algo de este estilo ----> http://www.forum-auto.com/automobiles-mythiques-exception/section5/sujet378252.htm

Claro está, que con ese trabajo dedicado cualquier coche es bueno, o por lo menos, menos malo.

Anónimo dijo...

Pyruslav...he ido "saltando" tus aventuras por internet hasta llegar a éste blog, y debo decir que coincido completamente con tu visión de la vida...

Sin tanta pasta ni tanto nivel para practicar el hedonismo de tus viajes, pero creo firmemente que la vida debe ser vivida así, en la medida de lo posible.

Te felicito e incorporo tu blog a mis "favoritos" para ir chralando de vez en cuando.

Saludos,

Bond

elmonstre dijo...

"Y eso no existe"

Ah!, cuanta razón tienes.

Pero no del todo. Si existe, pero sólo al alcance de unos pocos.

Anónimo dijo...

Cómprese el cartier o su réplica como hizo Cocosoft y así se quita el mono, a él le dio la hora hasta que vendió el Biturbo. Por cierto a ver si algún día se pasa por EChM y le da algo de vidilla.

 
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